La hipertensión arterial, tabaquismo y altos niveles de colesterol son factores de riesgo para provocar trombosis o embolia, que pueden limitar o disminuir el flujo de sangre al corazón y provocar el Síndrome Coronario Agudo (SCA).
El especialista del Hospital Regional Adolfo López Mateos del ISSSTE, Hiehard Douglas Rendón, expuso que la significativa incidencia en los países desarrollados y el notable incremento de eventos cardiovasculares en las naciones en desarrollo generan un alto impacto en los recursos socioeconómicos.
También provocan la inhabilitación de vidas en el momento de mayor producción y utilidad social de los individuos, agregó el médico del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE).
Indicó que las manifestaciones más comunes son opresión del tórax, sensación de falta de aire, sudoración profusa, palpitaciones, desmayos, pérdida de la conciencia e hipotensión arterial.
Por ello alertó que un dolor en el pecho, de mediana o fuerte intensidad, constituye en todos los casos una alerta para acudir con urgencia al médico.
La isquemia miocárdica (déficit de irrigación del corazón), dijo, suele manifestarse por dolor u opresión en el tórax y provocar arritmias -trastornos en la formación y conducción de los impulsos eléctricos que gobiernan el ritmo cardiaco-, lo cual puede causar muerte súbita o diversos grados de mal funcionamiento del corazón.
Aseguró que las tres causas fundamentales para producir el SCA son trombosis, embolia y traumatismo, ya que disminuye el flujo de sangre hacia el músculo cardiaco por la obstrucción total o parcial de las arterias coronarias, debido a la formación de placas de ateroma o el alojamiento de trombos en dichos conductos.
Explicó que la trombosis es la obstrucción de un vaso sanguíneo por un coágulo debido, fundamentalmente, a la afectación arteriosclerótica de su pared.
La embolia es la obstrucción brusca de un vaso, generalmente sano, por un coágulo formado en otro lugar y arrastrado hasta allí por la corriente sanguínea; mientras que un traumatismo provoca la isquemia (daños a las células o tejidos) en una zona afectada por una lesión, al suspender el flujo de sangre.
Asimismo, destacó que los daños causados por la hipertensión, el tabaquismo y la hipercolesterolemia son constantes, graduales e independientes.
Agregó que no se pude olvidar el carácter sumatorio de todos los factores de riesgo, lo cual incrementa el peligro de desarrollar este síndrome, que tiene mayor incidencia en los varones.
Existen otros padecimientos demostrados que contribuyen al problema, como la diabetes, obesidad, el estrés, uso de anticonceptivos orales y edad avanzada, puntualizó.
Referencia:
Periódico El Universal.
Jueves 5 de abril de 2007.
Sección: Salud.
El especialista del Hospital Regional Adolfo López Mateos del ISSSTE, Hiehard Douglas Rendón, expuso que la significativa incidencia en los países desarrollados y el notable incremento de eventos cardiovasculares en las naciones en desarrollo generan un alto impacto en los recursos socioeconómicos.
También provocan la inhabilitación de vidas en el momento de mayor producción y utilidad social de los individuos, agregó el médico del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE).
Indicó que las manifestaciones más comunes son opresión del tórax, sensación de falta de aire, sudoración profusa, palpitaciones, desmayos, pérdida de la conciencia e hipotensión arterial.
Por ello alertó que un dolor en el pecho, de mediana o fuerte intensidad, constituye en todos los casos una alerta para acudir con urgencia al médico.
La isquemia miocárdica (déficit de irrigación del corazón), dijo, suele manifestarse por dolor u opresión en el tórax y provocar arritmias -trastornos en la formación y conducción de los impulsos eléctricos que gobiernan el ritmo cardiaco-, lo cual puede causar muerte súbita o diversos grados de mal funcionamiento del corazón.
Aseguró que las tres causas fundamentales para producir el SCA son trombosis, embolia y traumatismo, ya que disminuye el flujo de sangre hacia el músculo cardiaco por la obstrucción total o parcial de las arterias coronarias, debido a la formación de placas de ateroma o el alojamiento de trombos en dichos conductos.
Explicó que la trombosis es la obstrucción de un vaso sanguíneo por un coágulo debido, fundamentalmente, a la afectación arteriosclerótica de su pared.
La embolia es la obstrucción brusca de un vaso, generalmente sano, por un coágulo formado en otro lugar y arrastrado hasta allí por la corriente sanguínea; mientras que un traumatismo provoca la isquemia (daños a las células o tejidos) en una zona afectada por una lesión, al suspender el flujo de sangre.
Asimismo, destacó que los daños causados por la hipertensión, el tabaquismo y la hipercolesterolemia son constantes, graduales e independientes.
Agregó que no se pude olvidar el carácter sumatorio de todos los factores de riesgo, lo cual incrementa el peligro de desarrollar este síndrome, que tiene mayor incidencia en los varones.
Existen otros padecimientos demostrados que contribuyen al problema, como la diabetes, obesidad, el estrés, uso de anticonceptivos orales y edad avanzada, puntualizó.
Referencia:
Periódico El Universal.
Jueves 5 de abril de 2007.
Sección: Salud.
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